07 enero 2007

Entrada 15 (Capítulo 4)

Capitulo 4

Pasó un día y medio hasta que el mecánico gordinflón consiguió restablecer las funciones del Yunque y salimos de aquella roca. El sargento no me obligó a pagar al mecánico puesto que gano suficiente con mi pelea para cubrir los gastos, pero aprovechó que casi no podía hablar para reírse de mi delante de los mineros durante aquel día y medio que estuvimos atrapados. El cuello me dolía horrores, y apenas podía tragar nada que no fuera líquido por lo que tuve que alimentarme solo de una especie de sopa de verduras que servían en el bar. En cuanto a Gral, resulto ser un tipo bastante agradable después de todo, siempre que no le quitases su bebida. Al parecer se sacaba un buen sobresueldo en aquella taberna montando peleas con cualquier iluso que no le conociera y cobrando un porcentaje de las apuestas, nunca había matado a nadie, pero a veces había que pararle los pies cuando se emocionaba demasiado. Me enseñó un par de buenos trucos por si algún día me metía en otra pelea de taberna y me recomendó que fortaleciera lo que él había denominado “brazos y piernas de cangrejo” y no se refería precisamente a las pinzas del crustáceo. Por desgracia el sargento me vió entrenando con Gral y decidió ofrecerme sus servicios para enseñarme a pelear en un cursillo intensivo que por supuesto llevaríamos a cabo en mi tiempo libre, yo negué con la cabeza para rechazar su ofrecimiento, pero por supuesto él estaba de espaldas y no me creyó cuando le dije que había rechazado su generoso ofrecimiento. Estaba claro que en el tiempo que me quedaba hasta licenciarme el Sargento pensaba hacerme un curso tras otro.

El resto de la semana fue bastante rutinario. Cada mañana salia a entrenar con mis compañeros, cuando volvíamos el sargento había preparado la comida y dejaba que todos se relajaran mientras a mi me hacía seguir entrenando para aprender a manejar todas las funciones del Yunque. Fue bastante duro, pero lo cierto esque Dreygas era un instructor excelente y para cuando acabamos con aquello lo único que me faltaba era conseguir más experiencia y pericia para llegar a ser un gran piloto. La prueba de la que me habló salió a la perfección y mis compañeros se quedaron sorprendidos al ver que el Yunque se transformaba en Mech en apenas unos segundos, pero más sorprendidoas quedaron aún al ver lo que era capaz de hacer en su forma bipeda. Si bien el caza había demostrado ser una aeronave ágil, rápida y ligera, con armas energéticas y balísticas de potencia media y gran precisión y una buena habilidad para la evasión, en su forma de Mech podía obtener un sable energético devastador capaz de cortar en dos un contenedor de transporte gran tonelaje, y aunque un buen campo de fuerza podra soportar algunos golpes de dicha arma, finalmente acabaría cediendo ante una buena sucesión de golpes. Se mostraba medianamente ágil pero tremendamente poderoso e implacable. La resistencia del Yunque era prodigiosa, no solo por el campo de fuerza de nivel 6 (el habitual para cazas de combate es de nivel 3 y el mayor que se conoce es el nivel 8, apto para fragatas, destructores o naves de similar tamaño) sino por el espeso blindaje de Tyranium del que se compone la totalidad del fuselaje del yunque(el metal conocido más resistente y ligeramente menos pesado que el acero)

El Yunque era sin duda un arma extraordinaria que nos podria dar una esplendida ventaja en cualquier batalla, sin embargo todavía estaba en fase experimental, y hasta que no se hubiera probado su eficacia de forma repetida en acción real nosotros seríamos el único pelotón existente de Yunques.

Tras la exhibición a los altos cargos, Dreygas se empezó a tomar bastante más en serio nuestros entrenamientos y enseñó a todo el grupo lo mismo que me había enseñado a mí (aprovechandome a mi como comodín para que le ayudara a instruirles) y al ver que por las tardes me enseñaba combate cuerpo a cuerpo, algunos de mis compañeros decidieron acompañarnos y entrenar con nosotros. El sargento era realmente duro, y aunque al principio todos se emocionaron bastante con los entrenamientos, al final solo se quedaron a entrenar conmigo Jeera, Fryll y Claad. Jeera, Alach y el resto decidieron descansar por las tardes y dedicarse más a los libros que a acabar con el cuerpo lleno de moratones. Segun pasaron las semanas, Dreygas redujo los entrenamientos únicamente a los Lunes, Miércoles y Viernes, dedicando los Martes y los jueves a el aprendizaje de armas de infantería y los sábados y Domingos a repasar el pilotaje de los Yunques en cualquiera de sus dos formas. Aunque seguía siendo más duro que el blindaje de nuestras naves, empecé a entender que realmente se desvivía por ofrecernos todo su apoyo y entrenarnos tanto y tan bien como fuera capaz de hacerlo, aprovechando hasta el último minuto que estuvieramos dispuesto a dejarle. (obviamente a mí me tocó ser “voluntario” en todos y cada uno de los cursillos particulares del sargento)

-Tarys- Me despertó una noche Jeera con una voz suave.
-¿que pasa Jeera? Le contesté-
-¿podrías salir un rato? Me gustaría hablar contigo.
-¿no puede esperar a mañana?- Me restregué los ojos y entonces me fijé en su mirada. Había algo que la preocupaba y parecía ser bastante serio, estaba claro que había estado llorando. Me incorporé, me calcé las botas y salí al exterior con ella en completo silencio. Estuvimos caminando un rato bajo las estrellas, hasta que llegamos al campo en el que nos solíamos entrenar por las tardes con el sargento en combate cuerpo a cuerpo. Nos sentamos bajo las estrellas y empezamos a hablar sobre trivialidades. Tras varios meses de entrenar juntos y no tener otra vida que no fuera nuestra dedicación al Escuadrón Yunque, nos habíamos echo muy amigos. Sabía que algo le preocupaba a Jeera, pero no acababa de averiguar que era, y a ella le estaba costando bastante contarmelo. Cada vez que estaba a punto de decirme algo al respecto, cambiaba repentinamente de tema, y cuando yo le preguntaba directamente acerca de ello, me contestaba con evasivas. Finalmente al cabo de dos horas, y poco antes del amanecer me lo contó.

Entrada 16

1 Comments:

At enero 09, 2007, Blogger zoki said...

secretillos los justos. que le conto!!!! xDDD

 

Publicar un comentario

<< Home